Advertencia: Aquellas personas que sufran diabetes romántica no deben continuar. Si no quieres oír hablar de sentimiento, no sigas leyendo.
Hablar sobre sentimientos nunca es fácil. Nadie quiere hablar de ellos. Preferimos optar por cuestiones más prácticas. Cuando a alguien le ha dejado la novia le preguntamos "¿hace cuanto tiempo que no la has visto?", de verdad nos importa hace cuanto tiempo, debería ser "¿hace cuantos días, horas, minutos y segundos que no la has visto?". Nunca le preguntamos no como se siente. Si alguien se está enfermo nos enrrollamos con horas de discusiones médicas, acabamos sabiendo más de medicina que el Dr. House. Pero nunca decimos: "¿Cómo te encuentras? ¿Qué es lo que sientes?". Y si está mal, no nos gusta, le animamos para que esté bien. Como mucho esperamos un: "No estoy mal, voy tirando". Si juntásemos a todas las personas que van tirando moveríamos la Torre Eiffel. Dame un "¿Qué tal vas?" y moveré el mundo.Desde hace tiempo me rindo a intentar contar como me siento. En los momentos que peor estaba ante un "¿Qué tal?" siempre decía "Muy bien". De hecho es una pregunta retórica, la gente siempre tiene que estar bien. Nunca nos podemos sentir incómodos ante el mal ajeno.
Hablar de esto no es del todo el objetivo del artículo, pero no he podido evitar que se me escapase. La cuestión que quiero expresar es: estar mal tiene mucho de bueno, estar mal es al menos sentir. Sentir es siempre vivir, y no se puede vivir sin sentir.
Hace tiempo que me lo planteo. Ya no busco estar bien, busco sentir. Busco que mi corazón haga pum pum pum. Un latido fuerte, un latido irregular, una arritmia cardiaca.
Mis metáforas siempre son extrañas, pero no puedo dejar de acordarme de una escena de una película de Nanni Moretti, Aprile. Nanni está viendo un debate electoral de las elecciones de hace años. Berlusconi, el eventual ganador, no para de hablar, se está comiendo a su rival, Maximo D'Alema. Nanni, desesperado grita:
"D'Alema reagisci... D'Alema di una cosa dí sinistra, di una cosa anche non di sinistra"
"D'Alema reacciona, D'Alema di una cosa de izquierdas, di una cosa aunque no sea de izquierdas"
Últimamente me digo: "Dani, reacciona, Dani siente algo, siento algo aunque no sea bueno". No es sadomasoquismo lo que busco cuando me digo esto, busco el amor a la vida, busco disfrutar de vivir.
Así que hoy y ahora doy mi bienvenida a las relaciones disfuncionales, a los agobiantes días de calor, a los graves pequeños problemas del día a día, a perder el aliento cuando voy corriendo, a cortarme con una hoja de papel. Bienvenidas las sensaciones, bienvenidos los sentimientos.










