viernes, 29 de febrero de 2008

Gonzalo Guerrero y Jerónimo Aguilar, esos grandes desconocidos


Uno de los días que pasé este verano en casa de Lizzy en México aproveché para explorar y curiosear en su salón. Me encanta cotillear esos pequeños objetos decorativos, figuritas, fotografías, relojes, que perviven por años y años en nuestras habitaciones mientras el resto de la casa y los muebles van cambiando a su alrededor.

En una de las estanterías encontré un libro, una edición de bolsillo con tapas plastificadas y marcado en su portada con "Lizzy Franco 5º B". Su nombre es: "La visión de los vencidos: relaciones indígenas de la conquista", y recoge extractos de textos originales escritos por aztecas o mestizos narrando el ataque de Hernán Cortés al imperio Mexica. Es un libro muy interesante, sobre todo porque desmitifica tanto a los ganadores como a los perdedores de esa guerra. Pero hoy no quiero escribir sobre esta historia, quiero hablar de otra historia diferente que está escondida detrás de la gran epopeya azteca.

Yo llegue a ella a partir de una duda. Cómo pudo Cortés comunicarse desde el primer momento con las tribus mesoamericanas, ¿quién trasladaba sus toscas palabras castellanas al náhuetl de los aztecas? La primera respuesta que encontré es "La Malinche", la gran traidora, otra gran desconocida a este lado del atlántico, pero tampoco es el momento para hablar de ella. La Malinche era una princesa azteca capturada los mayas y regalada a Cortés en una de sus primeras expediciones continentales. Pero La Malinche no supo hablar español con fluidez hasta pasados bastantes meses después del primer desembarco en Veracruz y mucho antes ya se sucedieron largas conversaciones entre españoles y aztecas.

La clave es un segundo traductor, uno de nuestros grandes desconocidos, Jerónimo Aguilar. Aguilar era castellano pero sabía hablar Maya. De esta forma, La Malinche traducía el azteca al maya y posteriormente Jerónimo Aguilar lo hacía del maya al castellano. ¿Pero como llegó a conocer Aguilar la lengua maya?

Gonzalo Guerrero y Jerónimo Aguilar eran dos marinos andaluces que en 1511 naufragaron en las costas de la península del Yucatán. No se puede decir que tuvieran un recibimiento muy hogareño de los habitantes del lugar. Fueron los únicos supervivientes de los entre 10 y 20 tripulantes del barco que consiguieron llegar a la costa. Sus compañeros fueron cazados y sacrificados por el cacique de la provincia de Ecab. No se sabe como, ambos consiguieron escapar de la ciudad e internarse en la selva aunque sólo para volver a ser capturados por los guerreros mayas de la ciudad de Xaman-há.

El cacique de esta ciudad debía tener a los dioses satisfechos en ese momento porque decidió que únicamente les iba convertir en esclavos. A partir de ese momento la reacción de los dos naufrago es completamente distinta.

Gonzalo Guerrero empieza a acercase a los indígenas, intenta conocer sus costumbres, que le admitan como un igual. Poco a poco va ganándose el respeto de los mayas, hasta el punto que pasado un tiempo llega a desposarse con la hija del cacique de la ciudad de Chactemal. Se convierte así en un cacique y un capitán de su ejercito.

Aguilar no sigue o no consigue seguir la senda de su compañero. Cuando, 8 años después del naufragio, Cortés descubre de la existencia de compatriotas en una incursión en el Yucatán e intenta ponerse en contacto con ellos Jerónimo es aun un esclavo. El rescate ofrecido por Cortés consigue apartarlo de su cautiverio, y eufórico por la libertad recién adquirida, busca volver con sus compatriotas acompañado por su antiguo amigo Gonzalo. Tarda en encontrarlo y cuando lo consigue Guerrero se niega a volver con él. Gonzalo ya no es sólo español, la cultura mesoamericana ha entrado en sus venas. Esto es lo que las crónicas nos cuentan que le dijo a su compañero:

"Hermano Aguilar, yo soy casado y tengo tres hijos. Tienenme por cacique y capitán, cuando hay guerras, la cara tengo labrada, y horadadas las orejas que dirán de mi esos españoles, si me ven ir de este modo? Idos vos con Dios, que ya veis que estos mis hijitos son bonitos, y dadme por vida vuestra de esas cuentas verdes que traeis, para darles, y diré, que mis hermanos me las envían de mi tierra."


Guerrero se mantiene con los mayas y Aguilar se embarca en la conquista del imperio azteca con Cortés. Años después, los españoles vuelven a Yucatán, no como visitantes sino como invasores. Se cuenta que los guerreros mayas ofrecieron una gran resistencia a los conquistadores. Hay quien dice que Guerrero enseñó tácticas de guerra a los guerreros del Yucatán, incluso algunos se han atrevido a aventurar que murió luchando contra sus propios compatriotas.

Sé que esta historia es larga y que muchos no habrán llegado hasta su final. Pero para los que se han interesado en seguir leyendo me gustaría que en estos días de tanta polémica respecto a la inmigración y la integración de los extranjeros, recordáramos la historia de Gonzalo Guerrero y Jerónimo Aguilar, dos caras completamente opuestas de un encuentro entre culturas que ahora, al otro lado del atlántico, vuelve a producirse.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Daniel Fernández, ese gran desconocido...

Cuando veais el título de esta entrada muchos pensaréis que he vuelto a caer en un episodio de onanismo extremo o que por fin me he decidido a explicar como soy en mi perfil bloggero. Pues no, porque Danieles Fernandez en el mundo hay muchos e incluso, y esto ya es mucho más dificil, mucho más famosos que yo. Hace tiempo no tenía nada que hacer en el trabajo, cosa muy poco habitual, y se me ocurrió buscar en el Google páginas web que incluyesen mi nombre. El resultado fue muy variopinto, incluyendo principalmente:

- Porrón de chavales que militan en división inferiores de deportes amateur. Yo por circunstancias personales me he visto obligado a abandonar el deporte así que me halaga que otros mantengan en lo alto mi nombre atleticamente hablando.

- ¡Un diputado por la provincia de Barcelona del PSC! !Sí, mi nombre ha alcanzado el máximo nivel del poder legislativo patrio y encima en catalán! !y sin tener que poner Josep-Daniel!

- Un poeta, y encima Sevillano. A continuación uno de sus poemas:

Puse mi corazón en tu sexo
pero cualquiera sabe
que en el sexo
lo que hay que poner es el sexo.

Este tío además de poeta es muy sabio.

- Y por último, un gran héroe americano muerto en la guerra de Vietnam y que recibió por su valentía la Medalla al Honor. Atención a las fotografías porque el parecido es asombroso: